RESOLUCIONES PARA CRECER

Pbro. Mauricio Merino

El secreto del éxito y quizás la más importante herramienta para el cambio radical y duradero.

 Para que el cambio sea radical y duradero es necesario tener en cuenta:

 

  1. No hacerlo solos

Uno de los principios fundamentales del programa de 12 pasos, que ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a recuperarse de las más oscuras adicciones, es que, en nuestra condición humana, no podemos estar solos en la vida. Para alcanzar el éxito, tenemos que inspirarnos en la ayuda y el apoyo de los demás.

Involucremos a nuestros amigos o a un mentor en la resolución de nuestros problemas y la toma de decisiones existenciales. Demasiadas resoluciones se van por el desagüe porque no tenemos a nadie que nos aliente y nos mantenga fuertes. Cuando la vida se pone difícil y deseamos darnos por vencidos, es absolutamente esencial tener un hombro sobre el cual apoyarnos.

Es importante asociarnos a un amigo en un proyecto para crecer juntos y ser responsables el uno por el otro. La responsabilidad, aparejada al deseo de no desilusionar a nuestro socio, es una potente fuerza que nos dará mayores probabilidades de mantener nuestras resoluciones.

  1. No nos comprometamos demasiado

A menudo nos inspiramos a cambiar y decidimos hacer grandes mejoras en nuestra vida. El problema es que, si bien deseamos crecer, nuestros cuerpos se resisten a los grandes cambios. Nuestros cuerpos sólo se adaptan a cambios pequeños, un paso a la vez. Entonces, lo que sea que decidas, haz la mitad. El crecimiento gradual real es mejor que grandes aspiraciones que no se logran.

  1. No nos olvides de orar

Hasta las más grandes aspiraciones fracasarán sin la ayuda de Dios. Es importante cultivar una actitud de fe, esperanza y confianza que nos inspire a orar y pedirle a Dios claridad en lo que debemos mejorar, que nos dé el enfoque y la sabiduría necesaria para encontrar el curso de acción exitosa para lograr cambios y transformaciones en nuestra vida. Aprendamos a recurrir a Él en nuestros proyectos y tendremos una probabilidad infinitamente mayor de alcanzar el éxito.

  1. No temamos al fracaso

Debemos dejar de temerle al fracaso. El fracaso es una parte integral e inevitable del crecimiento. Así como un niño se cae constantemente cuando aprende a caminar, así también nosotros caemos y fallamos mientras tratamos de alcanzar un objetivo. Necesitamos utilizar nuestros fracasos para aprender cosas nuevas sobre nosotros mismos y, luego, debemos levantarnos y volver a intentarlo, hasta llegar a la meta y alcanzar nuestros objetivos.

La única forma de evitar el fracaso y la crítica) es no haciendo ni diciendo nada. Necesitamos aprender a digerir la amargura del fracaso, o seguiremos siendo pequeños y sintiendo frustración.

Este año, mientras nos adentramos en el primer mes del año, seamos astutos para reencender nuestra voluntad interior y decidir trabajar para alcanzar el cambio y la transformación de nuestra vida.

Encontremos socios que nos ayuden a crecer, disminuyamos nuestra resolución a la mitad, acordémonos de orar, poner nuestra confianza en Dios y no temamos al fracaso, de esta manera tendremos un año que nos inspirará y nos permitirá tener un año lleno de crecimiento y duradero.

2 comentarios

  1. Invito a quiene entren a este blog FUNDAFILIA que compartan su opinión y enriquezcan las ideas planteadas en el tema. Bienvenidos. Dios los bendiga. P. Mauricio Merino.

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